Conoce la anatomía sexual femenina y sus hormonas sexuales

Anatomía sexual femenina y hormonas sexuales

Entre los temas primordiales de la sexualidad femenina, está conocer como está estructurada la anatomía sexual, cuales son los órganos que la componen y cuales son los términos correctos para nombrarlos. Hoy en día aún existe mucha confusión entre lo que es la “vulva” y la “vagina” considerándose sinónimos. Este es un error de conceptos que es necesario corregir, pues son términos diferentes, y cada una tiene su parte en la anatomía sexual y reproductiva, como veremos a continuación. Igualmente, es necesario comprender cuáles son las hormonas sexuales involucradas y su función en el organismo femenino.

Partiendo desde lo más grande, podemos comenzar dividiendo la anatomía sexual de la mujer en los órganos genitales internos y externos.

Genitales externos

Los genitales externos femeninos son denominados colectivamente como “la vulva” y aquí si estamos haciendo el uso correcto del término. Ahora bien, la vulva está compuesta por: 

• Monte de Venus: Es una eminencia redondeada de tejido graso bajo la piel ubicada sobre la sínfisis púbica, y que durante la pubertad se cubre de vello púbico.
  
  
• Labios mayores: Son dos pliegues gruesos de piel que contienen tejido graso subcutáneo, y parten desde el monte de Venus hacía abajo. Su superficie externa después de la pubertad queda revestida de piel pigmentada que contiene glándulas sebáceas, sudoríparas y vello púbico. Parecen cubrir las demás partes de la vulva y el orificio entre los labios mayores se denomina hendidura vulvar.
  
  
• Labios menores: Están formados por dos dobleces cutáneos más finos, poseen muchos vasos sanguíneos y terminaciones nerviosas que los hacen muy sensibles al tacto. Se encuentran debajo de los labios mayores. Se unen en la parte superior formando un pliegue de piel que cubre el clítoris (denominado también prepucio del clítoris) y en la parte inferior rodean el vestíbulo de la vagina. Habitualmente están cubiertos por los labios mayores, aunque también pueden protruir. No están cubiertos por vello pero poseen glándulas sebáceas y sudoríparas.

• Clítoris: Es un órgano cilíndrico compuesto por tejido eréctil (dos cuerpos esponjosos) que se agranda al llenarse con sangre durante la excitación sexual. El glande del clítoris se encuentra debajo del monte de Venus, en el punto donde se unen los dos labios menores y está cubierto por el prepucio del clítoris. En la parte interna, el cuerpo del clítoris se divide en dos bulbos que pasan por ambos lados de la vagina. La longitud promedio del cuerpo del clítoris es de menos de 2,5 cm, en su mayor parte cubierto. Durante la excitación sexual puede duplicar su tamaño, algo similar a lo que ocurre en el pene. El clítoris es el órgano del placer femenino, sensible al tacto por sus innumerables terminaciones nerviosas. Se puede decir que, es un órgano sexual interno y externo.
  

• Apertura vaginal, himen y apertura uretral: La apertura de la uretra o meato uretral por donde se excreta la orina está ubicada aproximadamente en la mitad entre el clítoris y la apertura vaginal, y es muy pequeña en comparación a ésta última.
  La apertura vaginal (bajo el meato uretral), puede estar cerrada parcialmente por una membrana fina llamada himen, que no tiene una función fisiológica conocida. Esta membrana suele tener uno o varios orificios, es elástica y puede permitir la inserción de dedos, juguetes sexuales o pene sin rasgarse. Aunque, en algunas mujeres, el himen puede rasgarse fácilmente incluso por ejercicio físico u otras actividades no sexuales.

Es importante mencionar, que el himen durante mucho tiempo (aún en la actualidad) ha sido asociado con pureza, inocencia o la famosa “virginidad”en la mujer. Sin embargo, como se explica en los párrafos anteriores, su rasgadura no está necesariamente asociada a la penetración del pene, ya que éste se puede rasgar por deporte o ejercicio e incluso por caricias sexuales y masturbación que no involucran coito. Igualmente, puede mantenerse intacto aún después de la penetración vaginal. Un motivo más para desmentir la creencia antigua de la “virginidad”.

Tomada de la web

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Diversas formas del himen

Genitales internos

Los genitales internos femeninos están compuestos por la vagina, el útero, las trompas de Falopio y los ovarios. Estos se encuentran involucrados tanto en la función sexual como en la función reproductiva, importante al igual que el placer. 

• Vagina: Es el órgano de la copulación, por donde se expulsa la menstruación y la parte final del canal de parte. Es un tubo muscular de 8 a 10 cm aproximadamente desde el cérvix (parte superior en comunicación con el útero) hasta la apertura vaginal (parte inferior en comunicación con la vulva). La vagina tiene tres capas: una externa o serosa, una intermedia o muscular y una interna o mucosa. Las paredes vaginales normalmente yacen juntas, contienen células que producen mucosidad, poseen muchos vasos sanguíneos y pocas terminaciones nerviosas. Durante la excitación por estas paredes se genera un transudado que sirve como lubricante para facilitar el coito. La vagina tiene su propio ecosistema y un pH ácido, que dificulta el crecimiento de bacterias que puedan generar infecciones y resulta agresivo para los espermatozoides, esto último es contrarrestado por componentes del semen que aumentan su pH.
  
  
• Útero: Es un órgano muscular hueco con forma de pera invertida. Tiene unos 7 a 8 cm de longitud, 5 a 7 cm de ancho, y 2 a 3 cm de espesor. Es el órgano por donde pasan los espermatozoides hacía las trompas de Falopio y donde se aloja el embrión y feto durante el embarazo. Su tamaño suele aumentar después de ello y es más pequeño en la menopausia. Se encuentra detrás de la vejiga y delante del recto. Está constituido por el cuerpo (2/3 superiores) y el cuello o cérvix (1/3 inferior). El cuerpo tiene una porción superior denominada fondo del útero que a los extremos tiene los cuernos del útero los cuales se comunican con las trompas de Falopio. La pared del cuerpo tiene tres capas: la externa o perimetrio, media muscular o miometrio, y la interna mucosa o endometrio. Ésta última es donde se implanta el embrión, y la que se expulsa durante la menstruación. El cérvix tiene una pequeña apertura por la cual los esperamatozoides pueden viajar de la vagina al útero. Sin embargo, a excepción de cierto período durante la ovulación, esa apertura está tapada por un moco impenetrable.
  
  
• Trompas de Falopio: Son dos conductos de 10 a 12 cm de longitud y 1 cm de diámetro, unidas a cada lado del útero (los cuernos del mismo). Son las encargadas de recibir los ovocitos que salen de los ovarios y es en ellas donde se produce la fecundación. La trompa se puede dividir en cuatro partes, que son: el infundíbulo (la parte más externa que da su salida a la cavidad peritoneal, y que posee fimbrias que atrapan al ovocito posterior a la ovulación para llevarlo al interior de la trompa), la ampolla (es la parte más ancha y larga de la trompa y es donde se produce la fecundación), el istmo (corto y estrecho que se une con el cuerno del útero), porción uterina (que atraviesa la pared del útero y por donde el ovocito o cigoto es introducido al útero). La pared de las trompas tiene una capa interna mucosa, una capa intermedia de músculo liso y una capa externa o serosa. La composición de ellas contribuye al movimiento del ovocito o cigoto.
  
  
• Ovarios: Son dos cuerpos ovalados en forma de almendras que constituyen las gónadas sexuales femeninas de 3 cm de longitud, 1 cm de ancho y 1 cm de espesor aproximadamente, situados a ambos lados del útero, gracias a varios ligamentos. Los ovarios cumplen dos funciones: producción de óvulos que son liberados a las trompas de Falopio y producción de hormonas sexuales como la progesterona y los estrógenos. En los ovarios se encuentran los folículos ováricos que contienen los ovocitos en sus distintas fases de desarrollo. Antes de la pubertad, la superficie del ovario es lisa, posterior a ella se cubre de cicatrices progresivamente a medida que degeneran los sucesivos cuerpos lúteos (estructuras endocrinas que se forman después de las expulsión del ovocito maduro en la ovulación).

Fuente: Thibodeau GA, Patton KT. Estructura y función del cuerpo humano. 10 ed. Madrid: Harcourt

Es necesario mencionar también a las glándulas genitales, que son: vestibulares y parauretrales y tienen su participación en la función sexual. Las glándulas vestibulares mayores o de Bartolino son dos de 0,5 cm, se ubican a cada lado del vestíbulo de la vagina, y secretan moco para lubricar dicho vestíbulo durante la excitación sexual. Por otra parte, están las glándulas vestibulares menores pequeñas situadas también a cada lado del vestíbulo de la vagina, que también secretan moco que lubrica. Por último, las glándulas parauretrales o de Skene tienen su desembocadura a cada lado del meato uretral y también cumplen función lubricante. 

Hormonas sexuales femeninas

En primer lugar, es importante mencionar que las hormonas son sustancias producidas en determinados órganos del cuerpo que, a través de la sangre, pueden llegan a otras partes del organismo y ejercer su función. La mujer comienza su producción hormonal desde el nacimiento pero, no es hasta el momento de la pubertad que aumenta la producción de hormonas sexuales.
 
La hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) comanda el eje de producción de las hormonas sexuales (eje hipotálamo-hipófisis-gonadal), ella desde el hipotálamo regula la liberación de la hormona luteinizante (LH) y la hormona foliculoestimulante (FSH) en la adenohipófisis. Estas hormonas a su vez estimulan la producción de las hormonas sexuales: Estrógenos y Progesterona en los ovarios, encargadas de la aparición de los carácteres sexuales secundarios en la pubertad y la regulación posterior del ciclo reproductivo.

Estrógenos y Progesterona

Estrógenos 

Son producidos por los ovarios y glándulas suprarrenales. Entre los estrógenos que se encuentran de forma natural en la mujer están los siguientes: 

• Estrona (E1)
• Estradiol (E2) 
• Estriol (E3)

De estos, el estradiol es el más importante. Se produce en gran cantidad en la pubertad y período fértil y desciende en la menopausia. Su nivel varía en la etapa fértil durante las fases del ciclo menstrual.

Los estrógenos son los responsables del desarrollo sexual durante la pubertad en la mujer, la maduración de los órganos reproductores, desarrollo de las mamas, aparición del vello, cambios en el timbre de la voz de la mujer, aparición de la menstruación,  regula la ovulación, prepara el endometrio durante la primera mitad del ciclo menstrual, y disminuye la viscosidad del flujo vaginal en los días fértiles .

Además, los estrógenos participan también en el fortalecimiento de los huesos, síntesis de colágeno, fortalecimiento de uñas, evita la pérdida de cabello, reducen el riesgo cardiovascular por la activación de la producción de HDL (colesterol bueno), mejora el flujo sanguíneo y la llegada de glucosa al cerebro.

Progesterona

Es sintetizada principalmente por los ovarios y la placenta, pero también por las glándulas suprarrenales. Inicia la producción en la pubertad y disminuye en la menopausia. Es secretada por el cuerpo lúteo posterior a la ovulación, y sus niveles aumentan o disminuyen hacía el final del ciclo menstrual dependiendo si se ha producido o no un embarazo.  

Sus principales funciones son: convierte el endometrio en un lugar receptivo para la implantación del embrión, produce aumento de las glándulas mamarias más aún en el embarazo y estimula la producción de leche materna postparto, aumenta la viscosidad del flujo vaginal, y al descender sus niveles al final del ciclo menstrual produce la descamación del endometrio generando así la menstruación. También participa en el desarrollo sexual de la mujer.

Tomada de la web

Dra. Libethmar Lugo de Pugliese 

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